“El caso Odebrecht en Venezuela es peor que en el resto de Latinoamérica. Tenemos dos problemas adicionales a los que tienen otros países, pues aquí no sólo se trata del pago de comisiones que superan los mil millones de dólares sino que también se asignaron recursos con sobreprecios y no se ejecutaron las obras, y además los responsables de fiscalizar, los dolientes de las regiones, se hacen de la vista gorda y se vuelven cómplices de ese mal”.