Más de 500 familias del barrio Andrés Bello II sector A parroquia Los Cortijos del municipio San Francisco viven un calvario para salir del lugar, realidad que se replica en miles de comunidades en el Zulia
Con 79 años, el pensionado Adelmo Wilhelm camina casi dos kilómetros desde su casa hasta la avenida principal de Los Cortijos. “Salir del barrio es un calvario, un suplicio, pero entrar por la noche es imposible. El que no tenga un cacharro tiene que hacer un sacrificio para salir o entrar. Y si llueve es peor, quedamos incomunicados”, Wilhelm asegura que la caminata le resta media hora de su tiempo cuando se mueve a cobrar su pensión.
En el barrio Andrés Bello II sector A parroquia Los Cortijos del municipio San Francisco, la única línea de trasporte público, los carritos por puesto de la línea Los Cortijos, trabajan intermitentemente afectando a más de 500 familias de toda la comunidad. Esa es la historia de casi todas las comunidades del Zulia. Un sistema de trasporte ineficiente, con unidades obsoletas y choferes que no hayan como conseguir el dinero para costear la reparación del vehículo que le da de comer a su familia.
Juan Pablo Guanipa, candidato a la Asamblea Nacional (AN), aseguró que cuando se visitan zonas como Los Cortijos se confirma que toda Venezuela necesita mucho trabajo y constancia para que pueda cambiar. Aseguró que el transporte es un tema complejo que se agudiza por la escasez de repuestos, baterías y cauchos. “Esta crisis en la que vive Venezuela ha afectado todas las áreas productivas del país. La operatividad del transporte público no se excluye y se agudiza en zonas marginadas del país. Nuestro foco está en cambiar el sistema de ruina que ha implantado Maduro y su Gobierno, y todo empieza obteniendo una mayoría contundente en la AN a partir de la victoria del 6 de diciembre”.
Milagros Zambrano, vecina del barrio, señaló que aunque tiene 30 años de fundados, aún viven como si fuesen invasores. “Siempre nos quejamos de que el alcalde y el gobernador no hacen nada por nosotros y por eso no tenemos servicios, pero ¿y el transporte? Eso depende de nuestros mismos vecinos que son choferes y que muchas veces prefieren no trabajar sin pensar en la comunidad. En verdad no tenemos agua, ni cloacas. Mucho menos gas, aceras, brocales o calles. La luz es lo único que llega y a veces salimos premiados con los apagones. Sabemos que este país va pa’tras pero no podemos quedarnos con los brazos cruzados. Hay que trabajar por la comunidad y el país”.
Primero Justicia Zulia 